Asegurados contra la crisis

Si hay un sector que aguante bien los chaparrones, ese es el de los seguros.

Además de proteger a las personas y los bienes de los riesgos cotidianos, ha sido capaz de ponerse también a sí mismo a cubierto, gracias a sus habilidades a la hora de prever y de ahorrar. Y es que, en palabras de Miguel Ángel Vázquez, responsable de Análisis y Estudios de la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA), «con crisis o sin ella, nada ha cambiado» en el mundo del seguro: los robos en viviendas y en negocios, las muertes inesperadas, las roturas de tuberías y los accidentes de tráfico siguen ahí. Es, por tanto, un sector «anticíclico», como corrobora Fernando Muñoz, presidente de la Asociación de Peritos de Seguros y Comisarios de Averías de la Comunidad de Madrid (APCAS). Tanto es así que, según el Análisis del Marketing en España (estudio AMES), este fue el único sector que aumentó su inversión en publicidad en términos absolutos en 2012, mientras todos los demás, sin excepción, la recortaron.

ncendio Subestación de Gas Natural Fenosa

Incendio Subestación de Gas Natural Fenosa en Atocha.
Foto: Juan Luis Jaén

La buena situación del sector no impide que haya diferencias geográficas en cuanto a la probabilidad de que se materialicen unos u otros riesgos. Por ejemplo, Madrid es la segunda comunidad autónoma ?solo por detrás de Cataluña? en volumen de negocio, con un 21,13 por ciento del total nacional en 2012. Por número de primas, es también la segunda: ese año una de cada cinco se firmó en Madrid. No obstante, hay que tener en cuenta que las grandes empresas tienen sede en Madrid, y aquí se alcanzan acuerdos que cubren otras partes del territorio nacional.

El hecho de que gran parte de este negocio se mueva en la Comunidad de Madrid obedece a varias razones. La primera, y más obvia, es que «las grandes empresas están en las grandes ciudades, lo que genera mucho empleo en torno a los seguros, que tiene que ver con el patrimonio físico que existe en Madrid», explica Fernando Muñoz, de APCAS. Pero, a partir de ahí, también existen diferencias cualitativas entre el mercado madrileño de seguros y el del resto del país.

Algunas de ellas son de sobra conocidas, como la gran prevalencia de contratos de seguros sanitarios en relación con la población madrileña: si la media española se sitúa en el 18 por ciento, en Madrid hace años que supera el 30 por ciento. Pero hay otras curiosidades menos aireadas por los medios. Por ejemplo, la contratación de seguros de vida también es un poco superior a la media española. En cuanto a los seguros de vehículos, más allá de la cobertura de daños a terceros, que es obligatoria por ley, los madrileños son líderes indiscutibles en seguros a todo riesgo que incluyen daños propios, también conocidos como «seguros de aparcamiento«. «Se trata de cobertura ante el riesgo de darse contra una columna en el parking, o contra otro vehículo por culpa de uno mismo», explica Vázquez, de UNESPA. «Es lógico que Madrid arroje estas cifras, ya que tiene un tráfico enormemente denso», añade. Y es que, según los datos que maneja la patronal del sector, por Madrid circulan cada día 1,7 millones de vehículos asegurados contra daños propios, una cifra que Vázquez no duda en calificar de «bestial» en comparación con las del resto del país.

Pero no solo de los vehículos vive el mundo del seguro de no vida. Los hogares madrileños son otro de los grandes mercados de las compañías aseguradoras. Según un informe elaborado por el comparador de seguros Rastreator, Madrid es la comunidad autónoma que registra un número más bajo de hogares sin asegurar, pues solo el 9 por ciento de las viviendas construidas carecen de cobertura ante un posible imprevisto. En Madrid, explica Vázquez, la mayor parte de los riesgos se materializan en forma de escape de agua.

Este tipo de siniestros también copa buena parte de las incidencias en la industria, aunque en la región se producen además, según este experto, más robos que en la media del país. Las averías de maquinaria completan el panorama de los imprevistos a los que más frecuencia hacen frente las empresas madrileñas a través de su seguro. Para las pymes, contratar uno adquiere especial relevancia, pues, según la última encuesta sobre la materia, una de cada 50 pequeñas y medianas empresas de Madrid que tuvieron un siniestro habría tenido que cerrar si no hubiera contado con una póliza.

En efecto, tal y como recuerda Mariano Blanco, miembro de la junta directiva de la Asociación Española de Gerencia de Riesgos y Seguros (AGERS), «sin el seguro, muchas de las cosas que nos parecen normales, como lanzar satélites al espacio o poner aviones en circulación, no podrían hacerse. Es un sector transversal porque elimina el riesgo para convertirlo en algo manejable». Y pone otro ejemplo: «Si una empresa exporta vinos a Ucrania, necesita un seguro que cubra el envío; sin él, cualquier operación comercial multiplica sus riesgos».

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